Descripción
Un manjar de la cocina asturiana que sobresale por su calidad y sabor, un embutido tan peculiar que es único en el mundo. El chosco Santulaya cocido se escalda en agua hirviendo de forma lenta y cuidadosa, tal como se ha hecho toda la vida y siguiendo la tradición artesanal. De esta manera se evita la rotura de la tripa, ciego de cerdo, que le da su forma característica e irregular.
Puede consumirse como un fiambre cortado en lonchas no muy finas, junto con patatas hervidas con pimentón y un chorrín de aceite de oliva, o también acompañado de berzas. Se nos cae la baba.
Elaborado con ingredientes 100% naturales, sin conservantes ni colorantes artificiales, y libre de lactosa y gluten.
Ingredientes: Cabecera de lomo, sal, pimentón y ajo.